jueves, 7 de enero de 2010

Científicos plantean que una hormona estaría ligada al comer en exceso

Investigadores de la University of Texas Southwestern sostienen que una hormona relacionada con el hambre puede dar indicios del porqué algunas personas siguen comiendo aún después de estar llenas.

La investigación dirigida a descubrir las razones detrás del comer en exceso ha crecido rápidamente en los últimos años en la medida en que la incidencia de la obesidad en Estados Unidos avanza aceleradamente. En 1980, la tasa de obesidad promedio era 15%; ahora es 34.3% y otro 32.7% tiene sobrepeso. En particular, el costo (público y privado) de las enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo-2 y dolencias cardiovasculares ha impulsado la investigación en el área.

Este reciente estudio, que se publicará en Biological Psychiatry, se enfoca en la influencia de la ghrelin, una hormona liberada por el cuerpo cuando tiene hambre, en un intento por determinar ¿por qué alguien que ya está satisfecho con su almuerzo todavía quiere comer ese postre rico en calorías?. El doctor Jeffrey Zigman, profesor de Medicina Interna y Psiquiatría en UT Southwestern y co-autor del estudio, señaló: "Lo que demostramos es que habría situaciones en las cuáles tendemos a comer alimentos percibidos como una recompensa, incluso si estamos satisfechos por la única razón de que nuestro cerebro nos dice que lo hagamos".

Los investigadores realizaron dos pruebas de comportamiento con ratones: El primero trataba de discernir si ratones satisfechos mostraban preferencia por un ambiente en donde previamente habían encontrado comida rica en grasa respecto a un ambiente donde encontraban su alimento regular.

Cuando se le administraba ghrelin a los ratones, ellos preferían el ambiente que tuvo comida rica en grasa, aunque el ambiente estuviera vacío, mientras que los ratones que no recibían ghrelin se mostraban indiferentes entre los dos ambientes.

El doctor Mario Perello, otro de los autores, declaró: "consideramos que la ghrelin impulsó a los ratones a buscar comida rica en grasa por su recuerdo de cuánto la disfrutaron. No importó que el ambiente estuviera vacío; todavía lo asociaban con algo placentero"

La segunda prueba registró cuántas veces los ratones introducían su nariz en en agujero a cambio de recibir una porción de comida rica en grasa. Se encontró que aquellos ratones que habían recibido ghrelin persistían más tiempo que los que no la habían recibido.

"El hallazgo de que la ghrelin cumple un rol en la percepción de la comida como una recompensa probablemente tendrá consecuencias importantes en nuestro entendimiento de la regulación del balance de energía en individuos delgados y obesos" señalan los autores.

Añadieron que sus resultados sugieren que sería posible desarrollar fármacos que se dirijan sobre el efecto de la ghrelin como motivador del comer en exceso sin afectar otros comportamientos relacionados con la alimentación.

Asimismo reconocieron que se necesita investigación adicional para establecer la forma en que la ghrelin trabaja en el cerebro para incrementar el valor como recompensa de la comida rica en grasas.

Fuente: Biological Psychiatry 2009, published online ahead of print 'Ghrelin Increases the Rewarding Value of High-Fat Diet in an Orexin-Dependent Manner' Authors: Mario Perello, Ichiro Sakata, Shari Birnbaum, Jen-Chieh Chuang, Sherri Osborne-Lawrence, Sherry A. Rovinsky, Jakub Woloszyn, Masashi Yanagisawa, Michael Lutter, and Jeffrey M. Zigman.

Publication: NOVIS Food&Beverage News
Provider: Novis
January 7, 2010