viernes, 29 de agosto de 2008

Componente de la uva podría combatir bacteria asociada a infecciones intestinales

Los autores sugieren que se podrían aprovechar los residuos de la fabricación del vino para controlar bacteria asociada a infecciones en el intestino.

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) descubrieron que los polifenoles, un conjunto de compuestos presentes en la uva, el vino y otros productos vegetales, podrían ser la base para desarrollar antimicrobianos naturales contra la bacteria Campylobacter jejuni. Éste es el principal patógeno asociado a infecciones del intestino, con síntomas como diarreas, fiebre o cólicos.

El hallazgo sugiere que el aprovechamiento de los productos residuales que genera la fabricación del vino puede constituir una alternativa económica y ecológica para controlar esta bacteria, presente en alimentos como el pollo, e incrementar así la seguridad alimentaria.

La Campylobacter jejuni, explicó el investigador Adolfo Martínez-Rodríguez, se encuentra en el intestino de diversas especies de aves, ganado y otros animales, tanto domésticos como salvajes. Sin embargo, agrega que la manipulación y consumo de carne de pollo es la principal vía de infección en el ser humano.

Para controlar la bacteria, la industria alimentaria recurría anteriormente a los antibióticos, pero a juicio de los expertos, era necesario encontrar alternativas a esta práctica, pues la Unión Europea prohíbe el uso de estos compuestos en la alimentación de animales, utilizados como promotores del crecimiento. “Nuestro grupo de trabajo está centrado en la búsqueda de nuevas opciones para el control de Campylobacter jejuni y el empleo de productos de origen natural, como los polifenoles, representa una de las alternativas más prometedoras”, explicó Martínez-Rodríguez.

Bajo la denominación de polifenoles, se agrupan numerosos compuestos presentes en todos los vegetales con diferentes estructuras químicas, como alcoholes, flavonoles o taninos.

Los polifenoles de la uva, que concentran esta investigación, se encuentran en las semillas del fruto y en su piel (los hollejos), donde se localizan en mayor concentración. Son cruciales a la hora de elaborar vino y, debido a su papel antioxidante, también se utilizan en productos cosméticos.

Según señaló Martínez-Rodríguez, las conclusiones del trabajo apuntan a que los polifenoles de otros vegetales también podrían actuar contra la bacteria: “Es la estructura del compuesto fenolítico la que determina sus propiedades químicas y biológicas y, por ende, su capacidad antimicrobiana. Con estos datos, sería posible asilar los polifenoles de otras fuentes vegetales”.

Publication: Vendimia news
Provider: Ediciones Artisticas (EDIARTE)
Date: August 29, 2008

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